En Luxemburgo, pequeña nación de Europa, están desarrollando tarjetas de crédito, cuyo principal código es el # 666 y 999, o combinaciones de estos, que con la ayuda de los computadores este código origina un número infinito de combinaciones. Utilizando patrones de impresión que contienen un microordenador y diminutos sensores, que hacen que cada tarjeta emita un rayo invisible a la vista humana.
Cuando un “cliente” recibe su tarjeta, existe una cinta sobre la cual estampa su firma. Al hacer esta operación, el rayo es emitido por supuesto a la MANO o a LA FRENTE y QUEDA MARCADO, SEÑALADO.
Cuando es programado en las computadoras, recibe órdenes de utilizar su tarjeta esté donde esté, y a la hora que sea. De manera compulsiva su dueño compra lo que sea con tal de utilizarla.Prácticamente recibe órdenes subliminales como se reciben hoy en canciones, cine, televisión o como en el caso de ciertos productos gaseosos, donde la persona recibe la orden de beber el refresco con apremio.
En el mismo Apocalipsis 13-17/18 dice: “Y que ninguno PUDIESE COMPRAR o VENDER, sino el que tuviese LA MARCA O EL NOMBRE DE LA BESTIA O EL NÚMERO DE SU NOMBRE”.
Cuando un “cliente” recibe su tarjeta, existe una cinta sobre la cual estampa su firma. Al hacer esta operación, el rayo es emitido por supuesto a la MANO o a LA FRENTE y QUEDA MARCADO, SEÑALADO.
Cuando es programado en las computadoras, recibe órdenes de utilizar su tarjeta esté donde esté, y a la hora que sea. De manera compulsiva su dueño compra lo que sea con tal de utilizarla.Prácticamente recibe órdenes subliminales como se reciben hoy en canciones, cine, televisión o como en el caso de ciertos productos gaseosos, donde la persona recibe la orden de beber el refresco con apremio.
En el mismo Apocalipsis 13-17/18 dice: “Y que ninguno PUDIESE COMPRAR o VENDER, sino el que tuviese LA MARCA O EL NOMBRE DE LA BESTIA O EL NÚMERO DE SU NOMBRE”.
Aquí hay sabiduría.
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